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Los valores y la actividad de la Economía Social, claves en el entorno rural

La Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES) ha presentado el ‘Ánalisis del Impacto socioeconómico de los valores y principios de la Economía Social en España’, con el objetivo de visibilizar y cuantificar la contribución a la cohesión social y territorial que las empresas de economía social realizan al conjunto de la sociedad.

El estudio de CEPES destaca que las empresas de economía social, especialmente las cooperativas, son un elemento clave para el desarrollo de las zonas rurales y las ciudades de tamaño pequeño por su contribución a la creación de actividad económica y empleo estable, así como de servicios necesarios para el mantenimiento de la población en estas localidades.

A nivel nacional el 7,0% de las empresas y entidades rurales y un 5,2% del empleo rural pertenece a la economía social. Además, su contribución al desarrollo social es todavía mayor porque ofrecen más posibilidades de empleo a colectivos con dificultad de acceso como trabajadores mayores de 55 años, mujeres y personas con discapacidad.

Emprendimiento

Además, un 47% de las iniciativas de emprendimiento y nuevas empresas de Economía Social se ubican en municipios con menos de 40.000 habitantes. Un porcentaje mucho mayor que el generado por las empresas mercantiles.

Las nuevas empresas de economía social se centran especialmente en la agricultura, industria manufacturera y servicios a las empresas, pero también en servicios relacionados con la educación, actividades recreativas y de ocio y servicios sociales. De esta forma fomentan la diversificación de las economías rurales en sectores clave para la retención de la población.

Una buena muestra del protagonismo de la economía social en el desarrollo de tejido productivo y de valor añadido en la economía rural  es su peso en las ramas agroalimentarias. Así, el 53,2% de la fabricación de aceites y grasa vegetales y animales, el 28,9% de la fabricación de productos para la alimentación animal; el 21,9% de la fabricación de bebidas y el 13,6% del procesado y conservación de frutas y hortalizas lo realizan empresas de economía social.

Creación de servicios en zonas rurales

La presencia de la economía social es muy significativa también en los servicios de educación, que como ya se ha señalado son determinantes en la decisión de mantener o fijar la residencia en una zona rural.

La economía social es mayoritaria en la oferta de servicios a la dependencia. El 60,8% de los oferentes de servicios sociales sin alojamiento para personas mayores son de la economía social y en el caso de las actividades de asistencia en establecimientos residenciales (sin cuidados sanitarios) los porcentajes oscilan entre el 43% y el 45%. En los servicios sanitarios alcanza el 37,5% en el caso de las actividades hospitalarias.

Y respecto a la oferta de servicios culturales o de ocio y de actividades deportivas, cabe señalar que casi la mitad de la oferta privada existente en las zonas rurales es de empresas y entidades de la economía social.

Los efectos positivos de la economía social sobre las economías locales de las zonas rurales se concretan en la creación de empleo directo y estable que permite fijar población en estas zonas.