José Mari Martínez, presidente de UCAN, ha participado en la Comisión de Desarrollo Económico y Empresarial del Parlamento de Navarra, en la que representantes de esta entidad junto con ANEL, abordaron cómo el cooperativismo navarro está trabajando con otros territorios para generar una economía de escala sostenible. “Nuestra misión es impulsar el modelo cooperativo empresarial para mejorar la rentabilidad de los agricultores y ganaderos, y fomentar el desarrollo agroalimentario y del medio rural”, explicó a las y los parlamentarios reunidos.
De ahí la búsqueda de acuerdos para fortalecer el cooperativismo como el firmado recientemente con Konfekoop, que representa a las cooperativas del País Vasco. “Espero sinceramente que este acuerdo sólo sea el comienzo de otros muchos que podamos hacer con cooperativas de otras Comunidades Autónomas, mejorando la vida de nuestros pueblos y de nuestros socios y socias”, añadió.
José Mari Martínez presentó las principales cifras del cooperativismo agroalimentario agrupado en UCAN, presente en más del 90% del territorio foral y pilar de un sector fundamental para la economía Navarra. Así UCAN representa a 117 cooperativas, las cuales “suponen más de mil millones de facturación, emplean a más de 1.500 personas de manera directa, y a su vez, integran en torno a 20.000 agricultores y agricultoras, y ganaderos y ganaderas”.
Martínez describió la actividad de UCAN agrupada en 5 líneas. La primera trabajar la representatividad de las cooperativas, ya que como indicó, “actuamos como nexo para trasladar cualquier necesidad que vaya surgiendo entre las cooperativas agroalimentarias y los diferentes agentes que hay en torno al sector, como puede ser la Administración, los Grupos de Acción Local, Consejos Reguladores…”. Por otro lado, también realizan divulgación orientada a “mostrar a la sociedad la importancia que tienen las empresas cooperativas y nuestra actividad, no solo para las zonas rurales que es obvio, sino también para toda la comunidad, como un sector imprescindible”.
Otro objetivo es poner en valor al sector y al cooperativismo para atraer el talento y fomentar el relevo generacional, tanto de mujeres como de jóvenes. “Hay que hacer nuestra actividad ilusionante porque sin este relevo, estamos destinados a desaparecer”, advirtió. Además, recalcó la importancia de la labor de UCAN como transmisora de conocimiento en un sector en continua transformación. “Realizamos un gran esfuerzo en tener a las cooperativas informadas en todo momento sobre normativas nuevas que salen y que pueden afectar a su actividad o a la de sus socios y socias, como puede ser ahora mismo la PAC, sanidad animal, etc.”.
Otros dos aspectos fundamentales son contribuir a la mejora de la gestión empresarial a través, por ejemplo, de fomentar planes estratégicos y el potenciar la integración cooperativa para mejorar y fortalecer sus estructuras y hacerlas más fuertes. “Un gran ejemplo de esto es que, en los últimos 15 años, las cooperativas agroalimentarias en Navarra se han reducido en número en casi un 40%, mientras que su facturación conjunta se ha incrementado en un 250%”. Un incremento que en las cooperativas se destina a reinvertir redundando en la mejora de la actividad agraria y ganadera.
Desde UCAN consideran que “hay situaciones que para poder llevar a cabo estas mejoras se necesita colaboración” por lo que se están llevando a cabo alianzas como el acuerdo de colaboración con ANEL, que representa al cooperativismo no agroalimentario en Navarra, y Konfekoop, que agrupa al conjunto del cooperativismo del País Vasco. “Esta colaboración se viene realizando desde hace años, de manera habitual. Al fin y al cabo, las cooperativas tenemos la cooperación en nuestro ADN, es uno de nuestros valores fundamentales, y por eso, con este acuerdo, hemos querido formalizar esa colaboración y hacerla oficial”.
De esta forma se trata de fortalecer el cooperativismo en un entorno tan complejo como el actual, tras una pandemia e inmersos en una crisis geopolítica que se ha transformado en guerra, con un gran incremento de costes en cualquier actividad económica y en la vida diaria, todo ello, además, bajo la gran amenaza del cambio climático, que afecta todavía más a las actividades agrarias y ganaderas.